Saber qué tomar para el cansancio físico y mental te ayuda con esa sensación de que los días se te hacen bola. Son muchas las razones que pueden motivar que sientas que no puedes tirar de tu propio cuerpo, pero no te vengas abajo. Si sabes cómo salir del bucle, acabarás sintiéndote bien.
Por qué tomar suplementos para el cansancio
El cansancio se manifiesta en la falta de fuerzas y en la fatiga. A veces es una molestia ocasionada por un esfuerzo que se ha prolongado. Pero otras es una sensación que nos acompaña prácticamente desde que nos levantamos.
La fatiga se puede manifestar de múltiples formas: falta de energía, debilidad corporal, bajo rendimiento físico, poco apetito, dificultad para concentrarse, somnolencia, dolor de cabeza, mareos, desánimo o incluso palidez, estreñimiento y pesadillas. ¿Y por qué aparece? Lo cierto es que las causas pueden ser muy diversas:
- Muchas horas de trabajo.
- Ejercicio intenso.
- Mal descanso, por no dormir las horas suficientes o por no tener un sueño profundo o reparador.
- Mala alimentación, de lo que pueden derivarse déficits de vitaminas y proteínas.
- Enfermedades como la diabetes, el cáncer o el hipotiroidismo.
- Abuso de sustancias tóxicas, como el tabaco.
- Exceso de peso.
- Embarazo.
La razón por la que tomar suplementos para el cansancio es, precisamente, para eliminar esa sensación y atajar sus posibles causas. Nuestro día a día es muy exigente y, aunque a veces conviene bajar el listón que nos pone la autoexigencia, otras veces no se pueden eludir responsabilidades. Y, en esos casos, los suplementos pueden ser grandes aliados para saber cómo quitar el cansancio del cuerpo.
Qué tomar para el cansancio y la fatiga
Hay alimentos y compuestos que resultan muy útiles para sacarnos de esa sensación de que el cuerpo nos pesa. Te damos algunos ejemplos de qué tomar para no estar cansado:
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Vitamina C. Se encuentra entre las vitaminas para el cansancio más útiles. Está muy presente en los cítricos, pero la suplementación, con productos específicos como Vita C 1000 también puede ayudar. Entre sus beneficios, podemos destacar algunos como: estimular el sistema inmunitario, ayuda a absorber hierro, por lo que previene la anemia y nos ayuda con el cansancio y la fatiga del día a día.
- Hierro. Es eficaz contra el cansancio, la fatiga y el deterioro. Sus bajos niveles producen anemia e impiden que la sangre reciba suficiente oxígeno. De hecho, la falta de hierro es una causa habitual de cansancio.
- Magnesio. Es un mineral que ayuda a liberar energía de los alimentos, además de mejorar la absorción de nutrientes y prevenir el cansancio.
- Vitamina B12. Involucrada en funciones metabólicas y frecuentemente escasa entre veganos y vegetarianos, porque está muy presente en la carne.
- Otras vitaminas del grupo B. Por ejemplo, la tiamina o vitamina B1, la niacina o vitamina B3, el ácido pantoténico o vitamina B5 y la piridoxina o vitamina B6. Tiene propiedades contra el cansancio físico y mental.
- Ginseng. Se le atribuyen beneficios como la reducción del cansancio mental, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la mejora de la memoria y la concentración.
- Cafeína. Reduce el cansancio y mejora la concentración, hasta el punto de que hay personas incapaces de empezar el día sin café. Se requiere la dosis justa, eso sí, porque si te pasas estarás demasiado nervioso.
- Té verde. También es un estimulante rápido, y se han demostrado sus propiedades antioxidantes y de mejora de las funciones metabólicas, entre otras.
- Guaraná. Aporta energía, reduce la somnolencia y combate la fatiga mental y física, junto a otros beneficios como la regulación del intestino.
- Triptófano. Ayuda a mantener un buen estado de ánimo, previene la ansiedad y el estrés y ayuda a dormir bien. Son tales los beneficios del triptófano que es muy común entre deportistas de élite, más aún en periodos de alta exigencia.
- Melatonina. Regula el sueño y mejora el estado de ánimo, entre otros beneficios que abarcan el refuerzo del sistema inmunológico y cardiovascular o la protección de la piel.
Algunos de los alimentos o compuestos mencionados se pueden tomar por separado, por ejemplo, el té verde o el café. Pero complejos multivitamínicos como Multi Vit en perlas resultan más completos, porque son 24 componentes clave entre vitaminas y minerales que te ofrecen el mejor apoyo diario y complemento para tus dietas.
Consejos para evitar y superar el cansancio
Ya sabes qué tomar para el cansancio y la fatiga, pero es conveniente que implementes una serie de hábitos que te ayuden a prevenir su aparición. Repasamos algunos de ellos a continuación:
1. Desayuna fuerte
Seguro que has escuchado alguna vez esta expresión: “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”. Refleja dos claves: la de empezar el día con algo contundente que nos dé energía y terminarlo con una comida ligera que no nos dificulte conciliar el sueño.
Un buen desayuno debe tener hidratos de carbono de lenta absorción, proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Hay que detenerse a pensarlo y prepararlo, lo que va contra las cotidianas prisas, que fuerzan a muchas personas a salir de casa con un simple café en el cuerpo.
Las tortitas con avena y arándanos son un ejemplo excelente de desayuno. Se preparan con harina de avena, que podemos encontrar de diferentes sabores, como la harina Oat Flour, que es una gran fuente de energía para empezar la mañana, levadura, canela molida, edulcorante, claras de huevo, sal, leche de almendras, yogur natural y arándanos. Es fácil, porque solo tienes que mezclar la harina, la levadura, la canela, la sal y el edulcorante con unas varillas, después añadir las claras, la leche y el yogur y batir. Se trata de ir poniendo partes de la mezcla en una sartén de base redonda, calentar a temperatura media-baja hasta que salgan burbujas y darle la vuelta. Puedes incorporar los arándanos a la mezcla o usarlos como toppings después.
La harina de avena es saludable, digestiva y menos calórica y ofrece muchas posibilidades: gofres, galletas, panes, magdalenas, barritas energéticas, etc. Puedes prepararlas con antelación e ir disfrutándolas en tus mañanas a lo largo de la semana.
2. Practica ejercicio a diario
El ejercicio físico es una fuente de vitalidad, porque segrega endorfinas. Además, actúa como revulsivo contra el cansancio mental, pues, además de los beneficios a nivel físico, hay que poner en valor los psicológicos: reduce la intensidad de ciertas emociones que desgastan (como la agresividad), disminuye la sensación de estrés, ayuda a descansar mejor, etc.
Una de las excusas más recurrentes cuando se trata de incorporar el ejercicio físico al día a día es la falta de tiempo. Una de las claves para no fracasar el intento es hacer una implementación progresiva en la que vayas ampliando unos primeros objetivos realistas.
3. Buena alimentación, buena hidratación
La alimentación es fundamental, puesto que es de donde el cuerpo obtiene la energía necesaria para hacer frente a las funciones relacionadas con el metabolismo basal, así como otras de mayor exigencia como el ejercicio físico. Configura una dieta sana con alimentos de calidad llenos de nutrientes.
En cuanto a alimentos útiles por sus propiedades energizantes, ya te hemos hablado de la avena. Mucho mejor que los cereales ultraprocesados, que contienen grandes cantidades de azúcar. A este listado de alimentos saludables se suman el plátano, las espinacas, los frutos secos o las proteínas vegetales, presentes en legumbres y semillas.
La falta de hidratación, por otra parte, puede provocar debilidad y fatiga, e incluso mareos y dolor de cabeza en casos muy agudos. Se habla mucho de los dos litros al día y, aunque dicha cantidad no tiene en cuenta el agua presente en los alimentos, lo consideramos útil como objetivo. Toma agua, infusiones y tés, sobre todo.
4. Descansa bien
Conviene que no duermas más de ocho horas diarias, pero tampoco menos de seis. Es el punto clave para combatir el cansancio y la fatiga, y para que no aparezca en mitad del día la sensación de que no puedes más.
Cada persona tiene sus propios requerimientos diarios, generalmente dentro de las horas comentadas. Escucha tu cuerpo, adáptate a las horas y crea el ambiente adecuado para inducirte a un descanso reparador. Eso implica desde respetar tus horarios hasta eliminar luces y aparatos electrónicos en la cama.
5. Consulta a tu médico
Puede que emprendas hábitos de higiene del sueño, mejores tu alimentación y logres implementar una cantidad adecuada de ejercicio a tu rutina. Y que tomes suplementos para ayudarte y, aun así, no sea suficiente.
En ese caso, conviene que consultes a tu médico lo antes posible. Detrás de esa sensación frecuente de cansancio puede haber un desequilibrio hormonal, una anemia de calado por déficit de hierro o una carencia de determinadas vitaminas. Las preguntas adecuadas de un facultativo, junto a análisis como los de sangre o los de orina, podrían arrojar información importante sobre tu estado de salud.
Enfermedades que pueden causar cansancio son la diabetes, la apnea del sueño, la depresión, ciertas enfermedades cardíacas (como la arritmia o la obstrucción de arterias), infecciones o alteraciones de la tiroides, además de la ya mencionada anemia.
Saber qué tomar para el cansancio físico y mental puede rescatarte de un día en el que la exigencia es alta, pero tu cuerpo no parece dispuesto a responder. Los suplementos pueden ser muy útiles, aunque conviene que te cuides. Reduce los niveles de autoexigencia, come bien, hidrátate y descansa. Y, si nada funciona, consulta a tu médico.